Siempre tuve claro que quería tener al menos dos hijos, así que después de tener mi primera hija, no tuve que decidir si tenía o no un segundo, sino cuándo. La crianza de mi primogénita me había absorbido tanto que lo fui posponiendo y posponiendo para intentar que mi marido y yo nos recuperáramos psicológicamente y físicamente de esta aventura en la que nos habíamos embarcado.
Categoría Ser madres y padres
Se suele hablar mucho de la relación de un niño con sus hermanos o con sus amigos, pero olvidamos muchas veces el valor que tienen los primos en el aprendizaje y desarrollo de nuestros hijos.Cuando un niño crece junto a sus primos, establece una amistad muy especial y profunda con ellos, tanto es así, que si los padres nos encargamos de alimentarla y fomentarla, durará para toda la vida.
El amor es una de esas palabras que todos usamos habitualmente, pero que realmente no sabemos qué significa. ¿Te habías parado bien a pensarlo? Como padres, en nombre del amor, hacemos muchas cosas más que darle alas a nuestros niños para que vuelen, lo que hacemos es cortárselas para que se parezcan a nosotros lo máximo posible.
Mi hija pequeña cumple próximamente 5 años y en casa tenemos un debate. Hasta ahora nos habíamos & 39;evitado& 39; hacer una fiesta por su cumpleaños porque era demasiado pequeña y no lo pedía. Pero este año sus amiguitos de clase la están invitando a algunas y ella está demandando celebrar su día. ¿Qué hago?
El ser padres implica una ardua tarea de autoconocimiento y autodesarrollo, porque no queremos imprimir nuestras sombras a nuestros hijos; por el contrario el interés de un padre va de la mano con una firme motivación de ayudar y fomentar la felicidad de los hijos. Y es que tú eres el espejo donde tu hijo se refleja.
Lukas vino al mundo en el año 2013. Pero sólo 7 meses después falleció por los golpes recibidos por el novio de su canguro. Su madre, Heather, decidió donar sus órganos. La historia no termina ahí. El corazón de Lukas siguió latiendo. Y una niña, Jordan, lo recibió.Tres años después, la mamá de Lukas aceptó la invitación de la madre de Jordan, Esther.
El cine y los anuncios de televisión nos han vendido una imagen de la maternidad que nada tiene que ver con la realidad de las mujeres que deciden por voluntad propia iniciarse en esta aventura. Traer una vida al mundo es una de las experiencias más bonitas que vive una mujer en su vida, pero también puede ser muy dolorosa.
Últimamente le damos mucha responsabilidad a la familia como rol en la formación de nuestros hijos, sin embargo puedo asegurar que existen muchas definiciones sobre lo que es en sí mismo la familia y los roles que existen dentro de ella. Actualmente estamos ante una apertura y una redefinición de lo que podemos entender como familia, porque los desafíos y cambios llegan a proponer ideas o juicios que, en ocasiones, ponen en un vilo lo que podemos entender sobre esta base fundamental social.
Nos consideramos con el derecho de vivir solo por el hecho de estar vivos. Y parte de razón hay en ello, sin embargo, si lo que quieres es vivir (con letras mayúsculas) entonces puede ser que te falten algunas pautas a tener en cuenta. Es nuestra misión como padres enseñar a vivir a nuestros hijos y ser su mejor modelo a seguir.
Siempre tuve claro que quería tener al menos dos hijos, así que después de tener mi primera hija, no tuve que decidir si tenía o no un segundo, sino cuándo. La crianza de mi primogénita me había absorbido tanto que lo fui posponiendo y posponiendo para intentar que mi marido y yo nos recuperáramos psicológicamente y físicamente de esta aventura en la que nos habíamos embarcado.
Aunque apenas seamos conscientes de ello, somos el tipo de madre o el tipo de padre que actualmente somos, por el tipo de padre o el tipo de madre que tuvimos. De nuestros padres heredamos el color de ojos, algunos valores, algunas actitudes... pero también hemos heredado algunas heridas emocionales.
Hay cosas que tememos y que nos alejamos de ellas sin más. Hay cosas que queremos y nos acercamos a ellas todo lo que podemos. Sin embargo, cuando se dan las dos emociones a la vez, temor y amor, ¡la cosa se nos complica! Eso es lo que creo que nos ocurre con los temidos y queridos grupos de WhatsApp de padres.
Quieres a tu hijo más que a nada en el mundo, lo das todo por él, le guías en su camino y estás a su lado cada día y aún así hay veces que él no percibe de la manera adecuada el amor que necesita para crecer feliz. ¿Cuáles son las señales que indican que tu hijo necesita más amor? Veámoslo de la mano de María José Padilla, coach profesional y asesora de familia.
Un tema que a muchos padres nos ha tocado vivir, es el hecho de que existen temporadas en las que nuestros hijos parecen disfrutar más al lado del otro padre, preferirlo e incluso mostrar cierto rechazo hacia nosotros. Si ese es tu caso, debes saber que probablemente es una etapa que acabará pasando.
Todos sabemos que las mujeres experimentan una gran cantidad de cambios físicos y psicológicos cuando tienen un hijo. Pero lo que pocos sabemos o damos a conocer son los cambios emocionales por los que los hombres pasan al ser padres, ya que de alguna forma estos quedan relegados a un segundo plano.La realidad es que los hombres también sufren los mismos cambios que las mujeres durante y después del embarazo, quizás no en la misma sintonía porque ellos no son quienes llevan al bebé en su vientre, pero es por eso mismo que su sentimiento de empatía se expande e incluso sus angustias pueden aumentar, por sentirse un poco incapaces de ayudar en un nivel más profundo a su pareja.
Dime una cosa querida mamá, ¿cómo le dices a tu hijo que le quieres? Seguro que la respuesta es la misma que se me ocurre a mí, usando esas palabras: & 39;te quiero& 39;. Pero, ¿y si te lo pregunto de otra forma? ¿Cómo consigues demostrarle a tu hijo lo mucho que le quieres? Quizás aquí vengan a tu mente los besos y los abrazos que le das cada día.
¿Cómo podemos educar a los niños sin perder los nervios? ¡Y sin gritar! La teoría más o menos la tenemos clara pero cuando es hora de ponerla en práctica parece que se nos ha olvidado por completo. Quizás sea hora de darle una vuelta de hoja a esa teoría. ¿Cómo? Te estarás pensando. Pues aplicando el método Montessori.
Besar en la boca a los niños es para muchos padres algo totalmente normal. Un acto de amor y ternura con el que expresan su afecto de un modo natural y espontáneo. Para otros, sin embargo, es totalmente impensable, inadecuado e incluso intolerable. Por eso, en nuestro sitio vamos a explorar las distintas posturas acerca de los besos en los labios a los pequeños de la casa.
¿Qué hacer cuando tus hijos discuten? ¿A favor o en contra de quien posicionarse? Ante todo tenemos que recordar que somos padres y no jueces ni abogados en las discusiones de nuestros hijos, por eso quizás lo mejor es dejarnos llevar por nuestras emociones. Así lo hago y, por ahora, tengo que decir que la cosa va bien y que, incluso, el número de discusiones diarias ha bajado.
Si eres madre de una niña y un niño seguro que te han preguntado o te has preguntado a ti misma si es más fácil criar y educar a uno u otra. Y es que, por muy parecido que sea o debiera ser, siempre hay diferencias impuestas por la sociedad. Yo también tengo un hijo y una hija y lo que vengo a contarte aquí no son consejos ni nada por el estilo, sino mi opinión y mi experiencia.
Tener un segundo hijo es una experiencia que se vive de forma diferente a la llegada del primer hijo. Ya no lo afrontaremos con incertidumbre, estaremos preparados y sabremos cómo reaccionar, pero también debemos contar con que ahora tenemos que repartir la crianza y la atención entre dos. Estaremos más cansados, pero, nuestro segundo hijo nos va a enseñar muchas cosas que harán que todo sea más llevadero.